Lisboa, 20 nov (EFE).- El primer ministro portugués, António Costa, consideró que el independentismo catalán "es un cuestión interna" y subrayó su confianza en las autoridades españolas y su "respeto" por la "soberanía constitucional y la unidad territorial" de España, en una entrevista con Efe en Lisboa.
"Creo que es una cuestión interna de España que las autoridades españolas sabrán naturalmente gestionar en el marco democrático de su constitución", afirmó el jefe del Gobierno luso.
"Nosotros respetamos la soberanía constitucional y la unidad territorial de España", agregó Costa, que recibió a Efe en su residencia oficial, en vísperas de la cumbre hispano-lusa que se celebrará mañana, miércoles, en la ciudad española de Valladolid.
El primer ministro, y líder del Partido Socialista portugués, evitó entrar en valoraciones sobre la respuesta del Estado español al planteamiento independentista porque "no voy a comentar las cuestiones internas de España, de igual forma que no me gustaría que el presidente del Gobierno de España comentase cuestiones internas de la política portuguesa".
No obstante, destacó que "España es un país democrático, un Estado de derecho, tiene su Constitución, tiene sus leyes, y nosotros confiamos íntegramente en las instituciones de la democracia española".
A su juicio, el hecho de que el expresidente catalán Carlos Puigdemont, reclamado por la Justicia española, esté huido en Bélgica, no constituye un fracaso de los mecanismos judiciales de la Unión Europea.
"La Unión Europea da libertad de circulación y simultáneamente procura garantizar la seguridad con un conjunto de instrumentos, como el mandato de detención europeo, que es aplicable a cierta tipología de delitos", dijo.
Dentro de ese marco, continuó, "cada Estado aplica las medidas de un mandato de detención europeo. En este caso concreto, aquello que la Justicia alemana entendió es que no se daban las condiciones para que hubiese ejecución del mandato judicial que había sido emitido".
El primer ministro luso se refería así a la decisión adoptada el pasado julio por la Justicia alemana que, en respuesta a una petición de España, resolvió que Puigdemont podría ser entregado pero sólo por el delito de malversación y no por el de rebelión, el más grave en su contra.
Puigdemont permanece huido en Bélgica desde octubre del pasado año, cuando abandonó Cataluña tras liderar el proceso de declaración unilateral de independencia.
El expresidente catalán está imputado por la Justicia española por los presuntos delitos de rebelión, sedición y malversación, cargos que podrían costarle hasta 25 años de prisión, y tiene todavía una orden de detención en España.
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