Tres hombres -dos centristas y un derechista- se disputan la era post-Merkel
Berlín, 15 ene (EFE).- La Unión Cristianodemócrata (CDU) alemana elige en el congreso federal que se abre hoy a un nuevo presidente, puesto al que aspiran tres hombres -los centristas Armin Laschet y Norbert Röttgen y el derechista Friedrich Merz- tras el dilatado liderazgo de Angela Merkel.

Berlin (Germany), 08/01/2021.- Armin Laschet, candidate for chairman of Germany's Christian Democratic Union (CDU) party, speaks after a discussion with other candidates at the CDU party headquarters in Berlin, Germany, 08 January 2021. A CDU party congress is held on 15 and 16 January in digital format at which a new party chairman is to be elected. (Lanzamiento de disco, Alemania) EFE/EPA/FILIP SINGER / POOL
Berlín, 15 ene (EFE).- La Unión Cristianodemócrata (CDU) alemana elige en el congreso federal que se abre hoy a un nuevo presidente, puesto al que aspiran tres hombres -los centristas Armin Laschet y Norbert Röttgen y el derechista Friedrich Merz- tras el dilatado liderazgo de Angela Merkel.
Los tres son originarios de Renania del Norte-Westfalia, el "Land" más poblado del país, y ninguno representa a las nuevas corrientes del partido. No están entre los políticos más populares del país, pero aspiran a la jefatura que ocupó Merkel durante 18 años y que en 2018 quedó en manos de Annegret Kramp-Karrenbauer.
A los 1.001 delegados de la CDU les corresponderá elegir mañana a su nuevo jefe en un congreso que, por imperativo de la pandemia, se celebra en formato virtual. Votarán sin salir de casa -o la oficina-, sin presiones externas, influencias o siquiera comentarios del compañero de mesa, como sería en un congreso presencial.
No hay un claro favorito para esta elección, a la que seguirá, en marzo o abril, la designación del candidato del bloque conservador -es decir, en consenso con la Unión Socialcristiana de Baviera (CSU)- a las elecciones generales de 2021.
LASCHET, LEAL A MERKEL PERO CAÍDO EN DESGRACIA
Armin Laschet, quien en febrero cumplirá 60 años, habría sido la gran apuesta continuista respecto a Merkel -semejante a cómo lo fue Kramp-Karrenbauer, quien en 2018 fue elegida presidenta desde su posición de secretaria general. Sin embargo, su gestión errática de la pandemia como primer ministro de su "Land", con 18 millones de habitantes, le apartó de la línea cautelosa de Merkel.
Cuenta con el respaldo teórico de la poderosa delegación renana y es el único entre los aspirantes con un puesto de vicepresidente del partido. En caso de ganar la elección, se considera que podría ceder la candidatura a las generales al líder de la CSU bávara, Markus Söder, el segundo político mejor valorado del país tras Merkel, o incluso al ministro de Sanidad, Jens Spahn, quien en 2018 luchó sin éxito por la presidencia del partido pero ahora apoya a Laschet.
MERZ, NUEVO INTENTO DEL HISTÓRICO ANTI-MERKEL
Friedrich Merz, de 65 años, lleva fuera de las estructuras del partido desde antes de la llegada de Merkel al poder. Ingresó en la CDU siendo aún estudiante, se convirtió en eurodiputado en 1989 y entró en el Bundestag (Parlamento federal) en 1994. Brilló ahí por su elocuencia y ansias por dar un giro liberal al partido.
Lideró el grupo parlamentario conservador tras la derrota electoral de Helmut Kohl, en 1998. Dos años después, Merkel tomó las riendas del partido, hundido en el escándalo de las cuentas secretas, y se convirtió en líder de la oposición. Merz no se resignó a quedar relegado a un segundo puesto, sino que se retiró para consagrarse a partir de entonces a los lobbys económicos.
En 2018 regresó para luchar por la presidencia de la CDU, pero fue derrotado por escaso margen por Kramp-Karrenbauer. El principal valedor de su retorno fue el exdelfín de Kohl, exministro de Finanzas de Merkel y ahora presidente del Bundestag, Wolfgang Schäuble.
Es millonario, viaja en avión privado y, hasta hace unos pocos meses, se jactaba de "comprender" ciertas posiciones del presidente estadounidense, Donald Trump. Representa al ala más derechista de la CDU, con posturas en política migratoria en franca confrontación con las defendidas por Merkel.
RÖTTGEN, EL MODERADO AL QUE FULMINÓ MERKEL
Nobert Röttgen, de 55 años, se caracteriza por su talante conciliador y defiende posiciones moderadas. Es, de los tres, el que mayor competencia en política exterior puede aportar, algo no menor para la primera fuerza política de Alemania.
Preside la comisión de Exteriores del Bundestag (Parlamento). Su opinión es reclamada tanto por medios alemanes como internacionales, especialmente cuando se trata de hablar de las relaciones con EEUU, en las que no ha cansado de alertar contra Donald Trump o el "trumpismo" desde el mismo momento en que éste accedió a la Casa Blanca.
El gran lamparón en su historial fue su destitución fulminante como ministro de Medio Ambiente, en 2012. Merkel, poco amiga de adoptar decisiones tan abruptas, prescindió de él tras la derrota de la CDU en las regionales de Renania del Norte-Westfalia, debida a sus deslices como líder del "Land".
Al igual que Laschet, se considera que, de alcanzar la jefatura, podría ceder la lucha por la Cancillería en las generales del 26 de septiembre a un correligionario con más garra ante el elector, como el bávaro Söder.
Gemma Casadevall
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Merkel reclama unidad a su CDU ante la elección del nuevo líder en tiempos de covid
Berlín, 15 ene (EFE).- La canciller alemana, Angela Merkel, pidió cohesión y espíritu de equipo a su Unión Cristianodemócrata (CDU) ante la elección del nuevo líder, una cuestión planteada como un pulso entre la vía centrista y el giro a la derecha, que se produce "en estos duros tiempos" del covid.
"Este es previsiblemente el último congreso de la CDU donde intervengo como canciller", abrió Merkel su mensaje a los delegados de su formación, ante la elección mañana del jefe del partido, puesto al que aspiran los centristas Armin Laschet y Norbert Röttgen, así como el derechista Friedrich Merz.
La CDU ha dirigido el país "con responsabilidad" frente a grandes desafíos, como la crisis en la eurozona o la migratoria, recordó Merkel. Con la pandemia se afronta un reto "de dimensiones desconocidas" que reclama "sacrificios que no hubiéramos imaginado" y ante el que la CDU responde "como partido del centro".
El mensaje de la canciller, en formato virtual, siguió al más emocional discurso de despedida de la actual presidenta del partido, Annegret Kramp-Karrenbauer -apodada AKK-, elegida en 2018 como sucesora de Merkel, pero quien tiró la toalla hace un año ante su incapacidad, reconoció, de mostrar "la autoridad debida".
También AKK llamó a mostrar unidad y a no dejarse arrastrar a fisuras internas como la provocada por la crisis migratoria de 2015, en que Merkel se vio sometida a las más duras presiones internas por su decisión de no cerrar las fronteras a los refugiados.
Tanto Merkel como la aún presidenta de la CDU y ministra de Defensa apelaron así al carácter "centrista" de su partido, término que no encaja uno de los tres aspirantes, Merz.
Laschet, primer ministro del "Land" de Renania del Norte-Westfalia (oeste) y vicepresidente de la CDU, sí representa esa línea, lo mismo que Röttgen, exministro de Medio Ambiente y presidente de la Comisión de Exteriores del Bundestag (Parlamento).
Merz, enemigo histórico de la canciller, representa al ala más derechista del partido, defiende la línea dura frente a la inmigración y se retiró de las estructuras del partido dos años después de la llegada de Merkel a su presidencia.
1.001 DELEGADOS ANTE EL ORDENADOR
No hay un claro favorito entre los tres, en un congreso que no se ciñe a los formatos habituales ni facilita los pronósticos.
Los 1.001 delegados no están en un pabellón con ruidosa megafonía, ovacionando a sus líderes, comentando con sus compañeros de o con los medios lo que ocurre. Siguen en su ordenador u otro dispositivo la transmisión del congreso, que se desarrolla en un pabellón ferial convertido en plató televisivo.
Tampoco hay, al menos en teoría, influencias externas sobre su voto. Cada delegado emitirá de forma telemático su voto -en dos rondas, de no haber mayoría para ningún candidato-.
Es una cita virtual, por imperativo de la pandemia. En 2020 fueron cancelados dos congresos sucesivos, ya que las restricciones impedían actos presenciales.
Ahora la elección es inaplazable. El 26 de septiembre habrá comicios generales, los primeros desde 2005 en que Merkel no liderará al bloque conservador. A la definición de la presidencia deberá seguir, en marzo o abril, la del candidato a esas generales.
No hay un automatismo que obligue a que sea el líder de la CDU quien luche por la Cancillería. El ejemplo más reciente de ello lo dio Merkel en 2002, con dos años como presidenta de la CDU, cuando cedió a las presiones de los hombres fuertes del partido y dejó la candidatura a manos de Edmund Stoiber, de la Unión Socialcristiana de Baviera (CSU), partido hermanado a la CDU.
De ser elegido Merz, se da por hecho que exigirá para sí el puesto de candidato. A Laschet y Röttgen se les atribuye mayor disposición a cedérselo al actual líder de la CSU y jefe de Gobierno de Baviera, Markus Söder, o al ministro de Sanidad, Jens Spahn, ambos entre los políticos mejor valorados del país, tras Merkel.
ADIÓS AL LIDERAZGO FEMENINO
Lo único seguro es que mañana se cerrarán más de veinte años de liderazgo femenino en el partido que, hasta Merkel, fue feudo de patriarcas como Konrad Adenauer y Helmut Kohl.
Merkel tomó las riendas de la CDU en 2000, tras pasar el partido a la oposición y en medio de un escándalo de cuentas irregulares durante la "era Kohl" que hundió al partido en una profunda crisis.
Siguió en el puesto hasta 2018 y tomó su relevo la apuesta continuista representada por AKK. Con su renuncia se precipitó una nueva edición de la batalla sucesoria que debe cerrarse mañana.
Gemma Casadevall
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