Dimite el ejecutivo de Rutte por un escándalo por ayudas a familias con hijos
La Haya, 15 de ene (EFE).- El Gobierno neerlandés presentó este viernes su dimisión en bloque por la polémica provocada por las ilegalidades administrativas en la asignación de las ayudas a familias con hijos, que afectó principalmente a padres de origen extranjero y llevó a muchos a endeudarse para devolver a la agencia tributaria lo recibido durante años, informan los medios locales y confirma la televisión pública NOS.
La Haya, 15 de ene (EFE).- El Gobierno neerlandés presentó este viernes su dimisión en bloque por la polémica provocada por las ilegalidades administrativas en la asignación de las ayudas a familias con hijos, que afectó principalmente a padres de origen extranjero y llevó a muchos a endeudarse para devolver a la agencia tributaria lo recibido durante años, informan los medios locales y confirma la televisión pública NOS.
A tan solo dos meses de las elecciones legislativas, el gabinete dirigido por Mark Rutte asumió la responsabilidad política por lo ocurrido, considerado por la prensa como el mayor escándalo político y administrativo de todas las legislaturas del político liberal, en el poder desde 2010.
Según NOS, el Ejecutivo permanecerá como gobierno en funciones hasta los comicios del 17 de marzo, lo que le permitirá seguir gestionando la pandemia y aplicando las restricciones necesarias como parte del actual confinamiento, que mantiene cerrada toda la actividad no esencial hasta al menos el 9 de febrero.
La dimisión parecía inminente desde hace varios días y los cuatro partidos que forman la coalición - liberal VVD, Llamada Democristiana CDA, los progresistas D66 y Unión Cristiana- se han reunido varias veces para negociar su decisión, pero, según RTL Nieuws, mientras todos los socios apostaban por la renuncia, Rutte se resistía a dar el paso y solo las amenazas de los otros partidos a retirarle su apoyo en el parlamento le hicieron ceder hoy.
Los primeros casos de este escándalo se remontan a 2014, cuando la Agencia Tributaria empezó a enviar cartas a más de 26.000 familias acusándolas sin fundamento de fraude para obtener ayudas con las que pagar las guarderías de sus hijos, y les exigieron devolver decenas de miles de euros recibidos en prestaciones en plazos que no superaban las semanas, lo que llevó a muchos a perder su casa, trabajo y a endeudarse para reunir el dinero.
Las autoridades fiscales, que seguía bloqueando las ayudas a pesar de que las familias enviaban los documentos necesarios para justificar su necesidad de obtener la prestación, no daban explicaciones a los afectados, demostrándose más tarde que eran en su mayoría familias de origen extranjero las que fueron objeto de esta medida, y que su segunda nacionalidad estaba señalada en los documentos oficiales, algo ilegal por discriminatorio.
Hace un mes, un comité parlamentario formado para investigar lo ocurrido concluyó en un informe que se había cometido una "injusticia sin precedentes" contra los padres, que recibieron un "trato institucionalmente sesgado", lo que "viola los principios del Estado de derecho", y acusó a ministros, funcionarios, diputados y jueces de haber “cometido errores”.
En una primera reacción, el líder de la izquierda verde GroenLinks, Jesse Klaver, subrayó que la dimisión es “la única decisión correcta” que podría haber tomado el gobierno neerlandés y apostó por “un nuevo comienzo, un punto de inflexión, el momento para construir un Estado de bienestar en el que el ejecutivo se apoya en sus propios ciudadanos”.
Related content
El holandés Rutte, un superviviente a sus propias promesas rotas
Imane Rachidi
La Haya, 15 ene (EFE).- Ha liderado Países Bajos desde 2010 y aspira a la reelección en marzo para una cuarta legislatura que le permita finalizar el trabajo pendiente por culpa de la pandemia y de su dimisión este viernes, pero Mark Rutte, un holandés solitario y un político que ha dado la mano a aliados y opositores, se ganó la fama del primer ministro “superviviente”.
El de las irregularidades en las ayudas a los padres es el mayor escándalo político con el que ha tenido que lidiar el dirigente de los liberales, y se ha cobrado su legislatura a dos meses de las elecciones generales.
Rutte reconoció, tras anunciar su dimisión, que el informe de la comisión que investigó este escándalo es “duro y justo” y admitió que las cosas “se hicieron terriblemente mal” porque “se ha criminalizado a personas inocentes, sus vidas fueron destruidas y el Parlamento recibió información incorrecta e incompleta”.
Pero no es la primera controversia de su legado y se ganó el calificativo de “superviviente” al despachar todas con la dimisión de alguien de su equipo o cediendo en sus planes, saliendo él siempre ileso.
Lleva tres gabinetes consecutivos, y cual reino con sus monarcas, cada legislatura fue bautizada con el número correspondiente, cayendo este viernes la "kabinet-Rutte III".
Nadie descarta que, tras el 17 de marzo, inaugure su cuarta legislatura porque así lo dicen las encuestas y porque es la opción más viable de la docena de partidos existentes.
“Hay que hacer un examen de conciencia sobre cómo recompensar a Rutte tras diez años en el cargo con múltiples ministros fallidos, promesas incumplidas y este gran escándalo. Es personalmente popular, tiene poca competencia en la derecha y ha colocado a sus principales competidores en su propia coalición”, resume a Efe el analista Diederik Brink.
Rutte ha trabajado con todo el espectro político: conservadores, liberales, confesionales y socialistas. Entiende la política como una profesión que debe buscar soluciones a cualquier diferencia y eso le costó una llamada al orden de un exlíder de los liberales, Halbe Zijlstra: de tanta flexibilidad “se desvió demasiado” de las ideas del partido, le dijo.
TRAGEDIAS
Además de la tragedia del MH17, el derribo del avión de Malaysia Airlines en julio de 2014 en el este de Ucrania que se cobró la vida de 298 personas, en su mayoría ciudadanos neerlandeses, la gestión de la pandemia ha sido una de sus peores pesadillas, con una sociedad aferrada a su libertad de movimiento y a la que prometió tratar con “inteligencia”.
En plena primera ola, con restricciones en las visitas a las residencias de ancianos, falleció su progenitora, la “mujer de su vida”, como la calificaba, porque a Rutte nunca se le ha conocido pareja alguna y vive solo en un barrio acomodado de La Haya, donde los vecinos se lo encuentran por las mañanas montando en su bicicleta para ir a trabajar.
Un amante del piano al que le faltó talento para ingresar en el conservatorio, da clases de educación ciudadana en un colegio de la Haya y se ha construido una vida modesta, con un Saab destartalado aparcado en la puerta de casa y dejándose fotografiar con un estilo sencillo para acudir a reuniones con su equipo: vaqueros, camiseta y zapatillas de deporte.
El mayor de seis hermanos, nació el 14 de febrero de 1967 y terminó su licenciatura en Historia en la Universidad de Leiden en 1992, año en el que pasó a ser empleado de la multinacional Unilever. En 2002, dejó el sector privado para ser Secretario de Estado de Asuntos Sociales y Empleo, y después de Educación Cultura y Ciencia.
En 2006, el Partido Popular por la Libertad y la Democracia (VVD) lo nombró presidente del grupo parlamentario, cargo que ejerció rodeado de halagos durante cuatro años, lo que le permitió presentarse a las elecciones en 2010, ocupando hasta nuevo aviso Catshuis, la residencia oficial del Primer Ministro, y siendo el primer jefe de gobierno liberal en 92 años.
NEGOCIADOR NATO
Su primer gabinete duró dos años. Una coalición con Llamada Democristiana (CDA, en sus siglas en neerlandés) tuvo que contar con el apoyo táctico del ultraderechista Geert Wilders para alcanzar la mayoría en la aprobación de las leyes, pero el líder populista le dejó tirado en las negociaciones de las medidas de austeridad, que incluían un paquete de miles de millones de euros en recortes para paliar el déficit presupuestario.
Ese primer gobierno cayó en abril de 2012. Se convocaron elecciones y Rutte volvió a liderar el partido ganador, aunque, como es habitual en Países Bajos, no logró una mayoría para gobernar en solitario.
Rutte se alió con el socialdemócrata PvdA, con su líder Lodewijk Asscher como viceprimer ministro y ministro de Asuntos Sociales, un entonces socio que dimitió ayer de su cargo en el partido porque, junto al Gobierno, es el principal responsable político del escándalo de las ayudas.
Esa legislatura llegó a buen puerto, aunque con sus contratiempos y escándalos puntuales, y en marzo de 2017, con el avance de la ultraderecha amenazando las encuestas, Rutte volvió a ganar y sobrevivió al golpe que sufrió su socio, PvdA, castigado en las urnas por haber apoyado los recortes de los liberales durante los años que estuvo en el gabinete.
Las negociaciones para una nueva coalición necesitaron casi ocho meses, pero a finales de octubre de 2017, Rutte presentó una coalición de cuatro partidos, con CDA, el progresista D66 y Unión Cristiana. Convenció a todos para que renunciaran a alguna promesa electoral y no retrasar más el inicio de la legislatura.
Lo que Rutte no sabía es que un escándalo administrativo jubile a su tercer gabinete antes de lo previsto, pero siempre permitiéndole centrar sus esfuerzos ahora en la campaña electoral que le devuelva a Catshuis por la puerta grande. EFE
ir/cat/jac
demoefe.ikuna.com não é responsavel pelas idéias expressas pelos autores dos comentários aqui postados e se reserva o direito de eliminar qualquer conteúdo que