Seis explosiones en la capital de Eritrea, país aliado de Etiopía
Adís Abeba, 29 nov (EFE).- La Embajada de Estados Unidos en Eritrea, advirtió este domingo que anoche se produjeron seis explosiones en Asmara, la capital de este país aliado de Etiopía, sin explicar los motivos, y aconsejó a los residentes estadounidenses que sean cautelosos.

Una mujer etíope prepara la comida en el campo de refugiados de Um Rakuba, este sábado. EFE/EPA/MOHAMMED ABU OBAID
Adís Abeba, 29 nov (EFE).- La Embajada de Estados Unidos en Eritrea, advirtió este domingo que anoche se produjeron seis explosiones en Asmara, la capital de este país aliado de Etiopía, sin explicar los motivos, y aconsejó a los residentes estadounidenses que sean cautelosos.
"Aproximadamente a las 22:13 horas (+3 horas GMT) del 28 de noviembre hubo seis explosiones en Asmara", indicó en su página web.
"La Embajada nuevamente aconseja a todos los ciudadanos estadounidenses en Eritrea que continúen siendo cautelosos, permanezcan en sus hogares (cuando no estén en el trabajo), realicen solo viajes esenciales y estén al tanto de la situación del conflicto en curso en la región de Tigray en Etiopía", añadió
El anuncio se hizo solo un día después de la embajada emitiera otra alerta de seguridad indicando que el 27 de noviembre por la noche "se escuchó un fuerte ruido, posiblemente una explosión".
El pasado 4 de noviembre, el primer ministro etíope, Abiy Ahmed, ordenó una ofensiva armada contra el Frente Popular de Liberación de Tigray (FPLT), partido que gobierna la región de Tigray, en el norte del país y fronteriza con Sudán y Eritrea, en represalia por un ataque cometido contra una base del ejército etíope en esa región.
Desde entonces, cientos de personas han muerto y más de 43.000 etíopes han escapado al vecino Sudán.
Abiy ha desoído los llamamientos internacionales a un cese o desescalada de las hostilidades contra el FPLT y en una reunión este viernes con una delegación de la Unión Africana (UA), compuesta por ex presidentes africanos, rechazó el diálogo como vía de solución.
Este sábado, Abiy, declaró que el ejército tenía el "control total" de Mekele, la capital de Tigray, dos días después ordenar el ataque final para el "establecimiento del orden", dando por concluida "con éxito" la operación principal contra las autoridades rebeldes de la región de Tigray.
Aunque la contienda empezó el pasado día 4, el contencioso de Tigray viene de lejos.
FEDERALISMO ÉTNICO
Desde su refundación tras la caída del régimen comunista en 1991, Etiopía promueve una política de federalismo étnico, donde supuestamente todas las etnias tienen igual valor y representación.
Sin embargo, el FPLT -que representa al 5 % de los 110 millones de habitantes de Etiopía- lideró desde entonces la coalición étnica que conformaba el gobernante Frente Democrático Revolucionario del Pueblo Etíope (FDRPE).
Esa hegemonía duró hasta el nombramiento en 2018 de Abiy, un joven político de origen oromo, como primer ministro, quien quiso extirpar el etnicismo de la política refundando el FDRPE en el Partido de la Prosperidad (PP), del que se desvinculó el FPLT.
Tras retrasarse las elecciones generales, que debían haberse celebrado en pasado agosto, por la covid-19, el FPLT tuvo en septiembre comicios parlamentarios regionales, que el Gobierno central tachó de ilegales, de ahí que busque ahora restaurar en Tigray el "orden constitucional".
El conflicto entre el Gobierno federal de Etiopía y el FPLT se ha convertido en una disputa internacional tras el ataque con misiles desde la región rebelde etíope la noche del 14 de noviembre a instalaciones de Eritrea, incluido el aeropuerto de Asmara, la capital, "usadas para perpetrar ataques en Tigray", según declaró el portavoz del FPLT, Getachew Reda.
UNAS RELACIONES QUE LE VALIERON EL NOBEL A ABIY
Las relaciones entre Eritrea -país que se independizó en 1993 de Etiopía- y Etiopía se restablecieron en julio de 2018 cuando el primer ministro Abiy y el presidente eritreo, Isaías Afewerki, firmaron "el fin del estado de guerra" en una declaración que incluye respetar las fronteras marcadas en el Acuerdo de Argel de 2000, que acabó con el conflicto que enfrentó a ambos países (1998-2000).
Por este gesto, tras décadas de conflicto, el primer ministro etíope recibió el premio Nobel de la Paz en 2019.
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ACNUR no ha tenido acceso a Tigray e insta a Etiopía a permitir su asistencia
Jartum, 29 nov (EFE).- El alto comisionado de las Naciones Unidas para los Refugiados (ACNUR), Filippo Grandi, declaró hoy que su organización no ha tenido acceso a la región etíope de Tigray y urgió a las autoridades de este país a que permitan prestar asistencia a los desplazados por el conflicto lo antes posible.
En una rueda de prensa en Sudán, al término de una visita de tres días a las zonas fronterizas con Etiopía a las que han llegado ya 44.000 refugiados, Grandi señaló que es "muy importante" poder acceder a las áreas de conflicto para atender a los desplazados a la mayor brevedad posible.
Después de haber hablado con los etíopes que han huido a Sudán, el alto comisionado dijo que estos "tienen miedo de la guerra y a las represalias por ser tigriños", y que han abandonado sus hogares con lo puesto, dejando atrás sus pertenencias y en mitad de la temporada de la cosecha, por lo que lo han perdido todo.
Sin embargo, Grandi no pudo confirmar las informaciones sobre supuestas violaciones de los derechos humanos en Tigray a manos de las fuerzas etíopes en su ofensiva contra los rebeldes, hasta que estén "verificadas" por la ONU.
Respecto a la huida, los refugiados se enfrentan a "obstáculos" como puestos de control militares en el camino hacia Sudán, relató Grandi, pero no se les ha impedido acceder al país vecino, según las informaciones de las que dispone.
El alto comisionado visitó ayer el campo de refugiados de Um Rakuba, a unos 70 kilómetros de la frontera con Etiopía y que acoge a unas 10.000 personas, mientras que ACNUR está en contacto con las autoridades sudanesas para establecer otros campamentos en zonas que sean seguras y, al mismo tiempo, no muy lejos de la línea divisoria.
Según Grandi, los refugiados desean regresar a su tierra en cuanto sea posible, pero mientras tanto no es seguro que permanezcan en la zona fronteriza "militarizada".
Agradeció a Sudán que haya mantenido las fronteras abiertas para los refugiados, pero destacó que el país no puede hacer frente a esta crisis, debido a su situación interna y a que ya acoge a varios millones de refugiados y desplazados.
Por ello, "la asistencia se está organizando" por parte de ACNUR, otras agencias de la ONU y organizaciones humanitarias, más de tres semanas después del comienzo de una ofensiva del Ejército etíope contra Tigray, en el norte del país y fronteriza con Sudán y Eritrea.
Asimismo, se mostró confiado en que ACNUR va a empezar a recibir fondos tras haber solicitado 147 millones de dólares para asistir a los refugiados etíopes, que se calcula que podrían llegar hasta los 100.000 de ellos en un periodo de seis meses.
"Necesitamos planificar (la respuesta humanitaria) para solicitar la financiación, pero esto no significa que el conflicto vaya a durar seis meses", clarificó Grandi, quien deseó que el número de refugiados no alcance la estimación de ACNUR.
Este sábado, el Gobierno etíope anunció que el Ejército tenía el "control total" de Mekele, la capital de Tigray, dando por concluida "con éxito" la operación principal contra las autoridades rebeldes de la región, aunque de momento ha rechazado el diálogo y la mediación de la Unión Africana.
Etiopía intenta estabilizar Tigray, donde la crisis humanitaria es aún grave
Adís Abeba, 29 nov (EFE).- El ejército etíope afirmó hoy que intenta estabilizar la región de Tigray (norte) tras completar ayer "con éxito" la toma de su capital, Mekele, mientras la crisis humanitaria en la urbe y el resto del territorio sigue siendo grave.
El teniente general Bacha Debele, comandante de las Fuerzas Armadas en el frente tigriña, indicó que las operaciones militares en curso buscan ahora restaurar la estabilidad y devolver la normalidad a la gente en la región, según informó la televisión Fana Broadcasting Corporate (FBC), afín al Ejecutivo etíope.
Bacha agregó que el ejército federal está listo para prevenir cualquier posible ataque del Frente Popular de Liberación de Tigray (FPLT), partido que gobierna la región, y que ayudará a que la gente que ha huido vuelva a sus hogares.
"CONTROL TOTAL" DE LA CAPITAL DE TIGRAY
El primer ministro etíope, Abiy Ahmed, declaró ayer que "el Gobierno federal tiene ahora el control total de la ciudad de Mekele" y que el ejército tomó "el control del aeropuerto, las instituciones públicas, la oficina de la administración regional y otras instalaciones cruciales".
La toma de Mekele marca "la finalización de la última fase" de la ofensiva que el Gobierno etíope lanzó el pasado día 4 contra el FPLT en represalia a un ataque de fuerzas tigriñas a una base militar etíope en Tigray, región fronteriza con Eritrea y Sudán.
"La policía federal continuará ahora su tarea de detener a los criminales del Frente Popular de Liberación de Tigray y llevarlos ante la Justicia", agregó Abiy, sin que se sepa qué suerte han corrido los líderes de ese partido.
El primer ministro afirmó también que la victoria en Mekele se consiguió "sin herir a los civiles y sin causar daños en las infraestructuras y el patrimonio histórico".
No obstante, resulta difícil verificar la versión de uno y otro bando sobre el terreno, ya que tanto internet como las comunicaciones por teléfono permanecen cortados, y el Gobierno etíope ha restringido el acceso de periodistas a Tigray.
SUMINISTROS MÉDICOS ESCASOS PARA ATENDER A LAS VÍCTIMAS
El Comité Internacional de la Cruz Roja (CICR) declaró hoy en un comunicado que "un día después de los enfrentamientos en la capital del estado de Tigray, Mekele, los hospitales y centros de salud locales se están quedando peligrosamente escasos de suministros médicos para atender a los heridos".
Aunque no dio cifras de víctimas, el CICR explicó que "ambulancias gestionadas por la Sociedad de la Cruz Roja Etíope han estado transportando a personas heridas y fallecidas al Hospital de Referencia Ayder en Mekele" y que "aproximadamente el 80 por ciento de los pacientes sufrían traumatismos".
"El hospital se está quedando peligrosamente sin suturas, antibióticos, anticoagulantes, analgésicos e incluso guantes", dijo la jefa de operaciones del CICR en Etiopía, María Soledad, que visitó el hospital, donde se han tenido que suspender otros servicios médicos para dedicarse a esa emergencia, y aseguró que la situación en Mekele hoy es "tranquila".
La toma de la ciudad de Mekele tuvo lugar dos días después de que Abiy ordenase el ataque final contra el FPLT, tras vencer un ultimátum de 72 horas para que se rindieran las autoridades locales rebeldes.
Desde esa fecha, cientos de personas han muerto y unos 44.000 etíopes han escapado al vecino Sudán.
El alto comisionado de la ONU para los Refugiados (ACNUR), Filippo Grandi, declaró hoy que ese organismo no ha tenido acceso a Tigray y urgió a las autoridades de Etiopía a que permitan prestar asistencia a los desplazados por el conflicto lo antes posible.
En una rueda de prensa en Sudán, al término de una visita de tres días a las zonas fronterizas con Etiopía a las que han llegado ya los refugiados, Grandi señaló que es "muy importante" poder llegar a las áreas de conflicto para atender a los desplazados con urgencia.
OÍDOS SORDOS A LA COMUNIDAD INTERNACIONAL
Hasta la fecha, el primer ministro etíope, ganador del Premio Nobel de la Paz en 2019, ha desoído los llamamientos internacionales a un cese o desescalada de las hostilidades contra el FPLT.
Aunque la contienda empezó el pasado día 4, el contencioso de Tigray venía complicándose desde hacía meses.
Desde su refundación tras la caída del régimen comunista en 1991, Etiopía promueve una política de federalismo étnico, donde supuestamente todas las etnias tienen igual valor y representación.
Sin embargo, el FPLT -que representa al 5 % de los 110 millones de habitantes de Etiopía- lideró desde entonces la coalición étnica que conformaba el gobernante Frente Democrático Revolucionario del Pueblo Etíope (FDRPE).
Esa hegemonía duró hasta el nombramiento en 2018 de Abiy, un joven político de origen oromo, como primer ministro, quien quiso extirpar el etnicismo de la política refundando el FDRPE en el Partido de la Prosperidad (PP), del que se desvinculó el FPLT.
Tras retrasarse las elecciones generales, que debían tener lugar el pasado agosto, por la covid-19, el FPLT celebró en septiembre comicios parlamentarios regionales, que el Gobierno central tachó de ilegales, de ahí que busque ahora restaurar en Tigray el "orden constitucional".
Asimismo, desde el 5 de octubre, cuando teóricamente vencía el mandato de Abiy, el gobierno de Tigray no reconoce la autoridad del Ejecutivo federal.
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